Tecnología y sostenibilidad: los beneficios medioambientales de trabajar en la nube

Sostenibilidad centro de datos

El Cloud Computing está transformando la forma en la que las compañías y corporaciones gestionan sus infraestructuras tecnológicas, también en materia de sostenibilidad. 

La comunidad empresarial ha comenzado a adoptar, cada vez con más fuerza, la computación en la nube como la opción más directa y viable a la hora de reducir sus costes y mejorar la agilidad de sus servicios y sistemas informáticos.

También los consumidores (conscientes o no) son desde hace años grandes usuarios de los servicios que ofrece la nube, entre los que podemos incluir herramientas tan habituales como el correo electrónico, las redes sociales o muchísimas de las aplicaciones móviles que usamos cada día.

Por lo tanto, parece que el Cloud Computing juega un papel fundamental en nuestras vidas: por un lado, facilitando a los ciudadanos servicios cada vez más accesibles y desarrollados y, por otro, contribuyendo a mejorar la eficiencia y la competitividad de las empresas, a las que proporciona una vía práctica y eficaz para ahorrarse dinero, tiempo y trabajo en la gestión de su día a día.

Y es que sus ventajas para cualquier corporación son innumerables: ahorro de costes y de inversión en sus sistemas informáticos, mejor gestión y mantenimiento de sus infraestructuras tecnológicas, capacidad de almacenamiento sin límites, mayor elasticidad y uso flexible de los recursos, mejores sistemas de seguridad y recuperación de datos, mejor organización del capital humano y de los procesos internos.

Centros de datos y medioambiente

¿Podríamos afirmar que estas ventajas también se traducen en beneficios ambientales?

En los últimos años, y ante la creciente evolución que han protagonizado las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación), son muchos los estudios que afirman que este tipo de tecnologías no son todo lo limpias que podríamos suponer. De hecho, numerosos informes del sector coinciden en señalar que las TIC ya suponen el 2% de las emisiones de CO2 y gases de efecto invernadero que se despiden diariamente a la atmósfera.

Pero del mismo modo que el crecimiento y el uso masivo de este tipo de tecnología ha provocado en los últimos años un aumento del consumo de energía y un incremento de la huella de carbono del sector, las TIC se erigen también como una herramienta clave y una solución a la hora de reducir las emisiones que genera el uso de este tipo de tecnologías. Y entre éstas, destacar que el Cloud Computing se posiciona, de forma cada vez más evidente, como una de las TIC más sostenibles y eficientes desde el punto de vista ambiental.

En el informe Spain 20.20 del Club de Excelencia en Sostenibilidad, una iniciativa que tiene como objetivo poner de manifiesto el potencial de las TIC en materia de sostenibilidad durante la presente década, se destacan algunas de las principales ventajas de este tipo de tecnologías en el ámbito del desarrollo sostenible. En concreto, se centra en los beneficios medioambientales que supondría la implantación de tecnologías de Cloud Computing en las empresas y entidades de nuestro país de aquí a 2020, ofreciendo datos significativos: un ahorro de más de 52 millones de toneladas de CO2 y más de 200.000 millones de euros de ahorro para las empresas (de los cuales, más de 7.000 millones de euros se refieren a ahorros energéticos).

Y es que la computación en la nube, al estar basada en un conjunto de recursos informáticos compartidos, se presenta como una tecnología más eficiente a diferencia de los métodos de gestión de los sistemas tecnológicos tradicionales, administrados por las empresas a través de sus propios servidores, aplicaciones y plataformas.

Por lo tanto, este tipo de infraestructuras en la nube son, de partida, más eficaces, ya que permiten reducir costes al mismo tiempo que ayudan a reducir el consumo de energía y las emisiones provocadas por los clásicos métodos de administración.

Al mismo tiempo, el Cloud Computing contribuye a mejorar las comunicaciones y permite a las empresas trabajar de una manera más productiva y eficiente, erigiéndose como una alternativa económica y sostenible en la gestión de los recursos y ofreciendo significativas ventajas, a destacar:

  • Un potencial de ahorro energético importante, ya que la computación en la nube ayuda a las empresas a reducir su consumo de energía, lo que, además de perjudicar al medio ambiente, les supone un gasto adicional y un impacto importante en su cuenta de resultados.
  • El Cloud Computing permite gestionar de forma remota y centralizada todas las oficinas o centros logísticos dispersos geográficamente. Del mismo modo, la nube permite su uso a través de ordenadores portátiles, dispositivos móviles, smartphones, etc.; mediante el acceso a los servicios alojados en la nube desde cualquier lugar, minimizando con ello la necesidad de recursos.
  • La computación en la nube permite diseñar e implantar políticas avanzadas de ahorro energético basadas en la reducción del consumo de maquinaria y/o equipos informáticos.
  • Además, los proveedores de tecnologías de Cloud Computing disponen de Data Centers con infraestructuras cada vez más eficientes y ubicados en edificios inteligentes que aportan un uso más eficaz y racional de las infraestructuras tecnológicas.

Por tanto, la nube es una gran aliada a la hora de hablar de sostenibilidad, presentándose como una alternativa práctica, eficiente y viable a la hora de contribuir al desarrollo sostenible, y erigiéndose como una solución, no solo a corto plazo, sino a la hora de responder a las demandas y necesidades de las próximas décadas.

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